miércoles, 26 de agosto de 2009

27 años despues de la masacre del Calabozo

La calle de Amatitan Arriba hacia Amatitan Abajo fue lodoso y difícil a ver en la oscuridad, pero a pesar de esta, mas que cien persona, la mayoría jóvenes, caminaron por la calle con afiches que decían: “Un pueblo nunca olvida sus mártires” y “Que viva los mártires del Calabozo.” Cuando llegaron en Amatitan Abajo, las actividades culturales y conmemorativas comenzaron. Algunas de los sobrevivientes compartieron palabras y después hubo varias presentaciones hechas por los jóvenes de canciones, reflexiones, una documental y un pequeñas obra de teatro.

Los jóvenes no habían nacido cuando ocurrió el masacre de Calabozo por los orillos del Rió Amititan en el lugar se llama El Calabozo en 1982, pero ellos crecieron escuchando la historia contando por sus propios familiares. Les contaron como el ejército había avanzado desde los cerros del San Pedro y como los habitantes huyeron de sus casas en las guindas. Como la gente habían caminado por siete días sin comida y se refugiaron por el lado del rió cuando fueron atacado por el Batallón Atlactl y el Batallón Ramón Belloso quien masacraron en sangre frió, mas que doscientos hombres, mujeres y niños. Cuando los jóvenes de la Comunidad Nueva Guadalupe presentaron su obra de teatro sobre la masacre, incluyeron el parte en que las madres rogaron los soldados a no matar sus niños, que matan a los adultos pero que dejan los niños. No, los jóvenes no eran sobrevivientes del masacre del Calabozo y de las guindas, pero muchos habían perdidos familiares durante la guerra civil de El Salvador que por doce años se lucharon y que afecto mucho la región norte de San Vicente en la municipalidad de San Esteban Catarina donde esta ubicado los comunidades Amatitanes.

Como seria a ser un joven creciendo en un país post-guerra donde muchos de sus familiares sobrevivieron un conflicto armado que uno aun si no recuerda? Hay muchos jóvenes en el Norte de San Vicente que no tiene mucho interés en el pasado y están mas interesados en sus celulares o el nuevo modo de ropa de los Estados Unidos. Pero, hay un buen número de jóvenes que si son interesados en la memoria histórica de su comunidad. Por todo la vigilia el viernes y las actividades conmemorativas el día sábado, uno podría escuchar muchos jóvenes diciendo “Hay que recordar nuestra pasada para que no vuelva a repetir.”

Recordando el pasado para que no vuelva a repetir no es solo una frase que dicen la gente en teoría, es algo muy real en El Salvador donde mucho de los archirectos intelectuales de los masacres como lo del Calabozo ya son poderoso políticos protegidos por un ley de amnistía que no les dejan estar juzgador por sus crímenes de guerra. Un tema que fue mencionada varias veces durante las actividades conmemorativas fue que una de los responsables de la masacre del Calabozo, Sigfredo Ochoa Perez, es actualmente el embajador de El Salvador en Honduras. “Como es posible” preguntan la gente “que nosotros estamos aquí recordando nuestros seres queridos, y sus matadores nunca han sido juzgado y aun si son poderoso políticos?” En una charla antes que la misa conmemorativa en el propio sitio de la masacre, David Morales, el abogado trabajando en el caso de la masacre de Calabozo y también el caso de Monseñor Romero, llamo a revocar la ley de amnistía que permita la impunidad en El Salvador. La gente gritaron en apoyo de sus palabras, pero no es muy probable que un cambia será realizado. El nuevo presidente de El Salvador, Mauricio Funes, ya ha dicho que no tiene planes a revocar la ley.

Pero la gente en los comunidades como los de Amatitan Arriba y Amatitan Abajo siguen luchando para la justicia aunque si su gobierno les apoyan o no. Y después de estar presente por todas las actividades, es evidente que la lucha es una que ha sido pasado a los futuras generaciones y que no morirá cuando mueren los sobrevivientes de la masacre del Calabozo pero que va a continuar lo tanto que la historia del Calabozo, de El Mozote, de El Rió Sumpul y todos los otros horrifico actos de guerra siguen siendo contado.

-Laura Hershberger, Coordinadora de Educacion para la Solidaridad

Fotografia:

1) Jovenes de la Comunidad Nueva Guadalupe

2) Nombres de los martires durante la fogata de la vigilia

3) Misa comemorativa en el sitio del masacre, foto de la Colatina

4) Domingo Monterosa con Sigfredo Ochoa Perez momentos despues del inicio de la operativa en San Vicente cuando occurio la masacre del Calabozo, foto de la Colatina

Para leer mas sobre el masacre del Calabozo:

Articulo en la CoLatina

Articulo en Contrapunto


martes, 25 de agosto de 2009

Martires del Calabozo


Esta cancion fue escrito por un joven de la comunidad Amatitan Arriba sobre el masacre del Calabozo que paso en 1982.

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jueves, 20 de agosto de 2009

CSJ resuelve a favor de niña desaparecida durante guerra

La familia de estas dos hermanas viva en San Carlos Lempa en la municipalidad de Tecoluca y ha trabajado con SHARE. Esta articulo fue publicado por la prensa digital Contrapunto.


Por Magdalena Flores

En junio de 1981, la niña Sofía García, de 10 años, fue desaparecida por unidades del ejército, en medio de un operativo militar, en San Vicente. En un hecho sin precedentes, la Corte Suprema de Justicia, 28 años después, ha solicitado a la Fiscalía que investigue el caso y dé con el paradero de Sofía.

SAN SALVADOR – Durante la guerra en El Salvador más de 8,000 salvadoreños desaparecieron, entre ellos más de 800 niños y niñas inocentes, que en su mayoría no sobrepasaban los siete años de edad.

Diecisiete años después muchos de sus parientes siguen buscándolos con la esperanza de encontrarlos con vida; sin embargo, la justicia salvadoreña siempre les ha negado la oportunidad de investigar qué fue lo que les pasó y a dónde están.

Pero ahora, por primera vez en la historia de la justicia salvadoreña, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) dictó una resolución favorable en el proceso de habeas corpus presentado a favor de Sofía García Cruz, desaparecida a la edad de 10 años, durante la guerra civil.

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